A lo largo de los poco más de cien años de la historia de la aviación, los aviones y sus medios de propulsión han ido evolucionando y adaptándose. Desde los primitivos motores de explosión y hélice hasta los modernos turbohélices y turborreactores de hoy en día, la aviación comercial ha ganado en velocidad, techo de servicio y eficiencia.
En esta entrega no vamos a hablar de todos los tipos de motores existentes ni de su historia, sino que vamos a dedicar las próximas líneas a describir los motores aeronáuticos más grandes jamás construidos. Por otra parte, si os apetece conocer los combustibles de las aeronaves del futuro os recomendamos seguir el link anterior.
Motor Ultrafan
El motor que encabeza este pequeño ranking es ni más ni menos que el motor más grande del mundo hasta fecha de hoy. Se trata de un motor con un diámetro en su entrada de aire de 140 pulgadas (más de tres metros y medio), que por el momento está en fase de prototipo. A finales de año estará listo para iniciar las pruebas de funcionamiento en tierra. El año 2012 Rolls-Royce anunció el inicio del diseño de este motor, denominado Ultrafan, desarrollándolo a lo largo de prácticamente una década hasta convertirlo en una realidad.
Para alcanzar los objetivos deseados de potencia, resistencia y eficiencia energética, este motor incorpora un núcleo con una nueva arquitectura que ayuda a optimizar la quema del combustible, reduciendo a la vez las emisiones contaminantes y permitiendo una mejora de la eficiencia de combustible del 25% en comparación con la primera generación de motores Trent del mismo fabricante.
Para lograr sus objetivos, el UltraFan incorpora componentes con alta resistencia al calor de matriz cerámica, y un sistema de engranajes entre la entrada y la turbina de alta presión que ayuda a maximizar su eficiencia. Los álabes, fabricados en una aleación de carbono-titanio, y la carcasa de material compuesto contribuyen a reducir el peso en hasta 680 kilogramos por avión. Su entrada en servicio está prevista para finales de esta década.
Motor GE9X
Por otro lado, también es de vital importancia destacar el GE9X, de General Electric. La construcción de este motor se inició el 2016. Cuenta con un ventilador de 3,40 metros y entró en servicio des del año pasado, implementado en la nueva versión del Triple 7, el B777X. El motor proporciona un empuje de 105 000 lbf (470 kN).
Cabe destacar que, aunque los motores más grandes normalmente van asociados a un consumo más elevado de combustible, su implementación en aviones de alta capacidad de carga o de pasaje ayuda a relativizar su efecto contaminante. Así, por ejemplo, el consumo medio de un A380 (motores Rolls-Royce Trent 900 o GE / Pratt & Whitney GP7200) a plana carga se sitúa en aproximadamente 3 litros x 100 kilómetros por cada pasajero trasportado.
Motor JT9D
Aunque este motor ya es más pequeño que los dos que hemos comentado anteriormente, es importante tenerlo en cuenta porque su fabricante, Pratt & Whitney, ocupa el tercer lugar a nivel mundial, dentro del mercado de la fabricación de motores destinados a la industria aeronáutica.
Este motor, también conocido como “Jumbo jet” por ser el que incorporó últimamente el Boeing 747, consta de tres versiones. La primera, con un diámetro de 2,4 metros en su boca de admisión, ha sido diseñada para impulsar aviones como el Boeing B767, Boeing B747 y el Airbus A300; la segunda, de 2,5 metros de diámetro en su sección delantera, ha sido desarrollada para aviones como el Airbus A330 twinjet; y por último, la tercera versión con un diámetro de 2,8 metros diseñado para impulsar el Boeing B777.
Tras este repaso a los motores más grandes del mundo, cabe destacar que, por encima de sus dimensiones, la fabricación de estos motores ha sido pensada para trabajar en la reducción de emisiones y su mejora para la sostenibilidad.
Por otra parte, la tendencia actual a la reducción del número de motores de los grandes aviones –tras la retirada de los B747 y los A340, el único cuatrimotor en servicio en la actualidad es el Airbus A380 (Retirada de los aviones cuatrimotores)- abre un panorama de cara al futuro compuesto por aviones bimotores con plantas motrices más grandes, pero a la vez más fiables y más eficientes en el consumo energético, y con procesos de fabricación más respetuosos con el Medio Ambiente. Todo un reto del que, por el momento, parece que la Aviación está saliendo airosa.