Aviones Presidenciales

Los aviones presidenciales son únicos en cada país, adaptados a los gustos y necesidades de cada presidente. En esta entrada del blog hablamos sobre los aviones más destacados al servicio de los líderes mundiales.

Estados Unidos

El avión que transporta al presidente de los Estados Unidos se llama Air Force One. En realidad, son dos aviones presidenciales idénticos Boeing VC-25A, versión militar del 747 “Jumbo”, de 60 metros de envergadura y 70 metros de largo, capaces de volar hasta 12.600 km a una velocidad de 1.000km/h, sin repostar. La aeronave, además, está provista de un sistema de repostaje en vuelo, lo que virtualmente le permitiría mantenerse en el aire de modo indefinido siempre que recibiera la visita regular de un avión cisterna.

Su capacidad es de tan solo 76 pasajeros -configurado en dos clases puede albergar hasta 524 pasajeros- y es el único en el mundo con cuatro tripulantes técnicos en la cabina de pilotaje. Este singular avión se ha convertido en una leyenda por sus numerosas apariciones en el cine. Sus elementos de seguridad son alto secreto, pero se especula que incluyen sofisticados sistemas militares de interferencia de radares y medidas contra-misiles.
Además, hay un tercer avión a disposición del presidente, pero en este caso se trata de una herramienta destinada a emergencias. El Boeing E-4B, también basado en el 747, está preparado resistir una guerra nuclear y evacuar rápidamente al mandatario. Por esta razón se encuentra disponible las 24 horas, cuenta con equipos de comunicaciones sin parangón, y con la capacidad de volar unas 620 horas sin necesidad de repostar.

El actual “Air Force One” fue construido en 1987 pero ahora en 2024 se prevé un reemplazo ya que estos aviones presidenciales están mostrando signos de vejez. Los nuevos aviones que vendrán a substituirlos van a estar dotados de una tecnología muy superior, capaz de volar en escenarios como una guerra nuclear, con comunicaciones avanzadas y sistemas de autodefensa. El desembolso para las arcas del gobierno de Estados Unidos rondará los 4.000 millones de dólares entre las dos unidades que se construirán.

Avión Presidencial de Estados Unidos

Arabia Saudita

El número uno de los aviones más caros del mundo lo ocupa Arabia Saudita, se trata de un Boeing 747, considerado un “palacio aéreo” por su costo de 520 millones de dólares. Fue adquirido por el rey Abdullah. El aparato dispone incluso tiene una fuente en su interior.

Le sigue un Airbus A380, valorado en 500 millones de dólares, adquirido por el príncipe Abdalá bin Abdelazizm. La aeronave fue personalizada para su uso y cuenta con un servicio de spa, sauna, televisores de plasma, y un comedor para 20 personas.

Avión Presidencial de Arabia Saudita

Rusia

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, utiliza un Ilushin IL-96-300 que costó cerca de 500 millones de dólares. Tras su adecuación como avión presidencial, el aparato dispone de áreas específicas para trabajar, descansar y hacer ejercicio. El avión dispone de tecnología que lo hace indetectable para los radares. Mide más de 55 metros de largo y su envergadura es superior a los 60 metros.

Por motivos de seguridad, existen cuatro aviones idénticos y nunca se conoce con antelación en cuál viaja el presidente para garantizar la protección del mandatario. El aparato dispone de autonomía suficiente para cubrir sin escalas la distancia que separa Moscú de la Antártida.

España

El Estado español posee una flota de siete aviones presidenciales adscritos a los presupuestos del Ministerio de Defensa destinados a transportar a los miembros del Gobierno y a la Familia Real , además de ser usados para llevar a cabo otras operaciones, como por ejemplo acciones humanitarias. Los aparatos están integrados en el Grupo 45 de las Fuerzas Aéreas de España, una unidad que tiene su base en Torrejón de Ardoz y que se encarga del mantenimiento de las aeronaves y de operar los servicios que se le encomiendan.

El grupo cuenta con dos Airbus A310 y cinco Falcon 900B. Los primeros, que se emplean en los viajes de largo recorrido o en aquellos casos en que es preciso desplazar un número considerable de personas, fueron adquiridos en 2002 de segunda mano a Air France por 172 millones de euros. Los otros cinco llegaron en dos entregas distintas. El Gobierno se hizo con dos unidades en 1988, y en 2003 compró a las fuerzas armadas australianas el resto -también de segunda mano- por 76 millones de euros. Los siete aviones superan los 30 años de antigüedad.

Los Falcon 900B son los más utilizados por el Gobierno. Son aviones pequeños, de unos 20 metros de longitud y con capacidad para transportar a unos doce viajeros. Con una velocidad de 927 kilómetros por hora, tienen un alcance de 7.000 kilómetros y una autonomía de ocho horas, lo que les permite hacer viajes transatlánticos entre España y América del Norte.

Alemania

Un A340 bautizado como Konrad Adenauer (en honor al que fuera primer canciller de la República Federal de Alemania tras la II Guerra Mundial) sirve en la actualidad para los desplazamientos de los cancilleres de Alemania. Fabricado por el consorcio europeo Airbus, y valorado en 300 millones de dólares, este aparato fue modificado para incrementar su autonomía (Extended Range) y cuenta con un interior lujoso para alojar a los líderes alemanes (en la actualidad, la canciller Angela Merkel) y sus comitivas, incluyendo una sala de reuniones a prueba de ruidos.

A diferencia de otros aviones presidenciales, el de Alemania tiene la capacidad de convertirse rápidamente en hospital aéreo.

Este año el gobierno alemán ha ordenado tres Airbus A350, que reemplazarán a los dos veteranos A340-300. Los nuevos aviones presidenciales fueron entregados a Lufthansa Technik, quien será responsable de implementar todas las modificaciones necesarias para el cometido a que van a ser destinadas las nuevas incorporaciones.

El proyecto contempla un interior completamente VIP. Este primer avión tendrá una «cabina de transición», ya que el nuevo interior ocupará solo una parte del espacio disponible en la cabina, y el resto permanecerá en la configuración estándar de la aerolínea.

La diferencia entre las instalaciones es que el interior VIP final debe tener salas de reuniones, suite presidencial, oficina oficial y ala para el personal de apoyo, entre otras.

Francia

El gobierno de Francia también utiliza un Airbus A330-200, fabricado por el consorcio aeronáutico en el que participa este país junto a Alemania, España y, hasta octubre de 2006, el Reino Unido a través de la empresa BAE. En ese caso se trata de un bimotor A330 modificado para servir para los desplazamientos oficiales y como centro de mando para los presidentes galos. Actualmente es Emmanuel Macron, quien utiliza los servicios del avión presidencial.

Con una capacidad original de 324 asientos, ha sido transformado en un avión VIP de unas sesenta plazas. Incorpora un dormitorio, cuartos de baño y sala reuniones a prueba de ruido, así como con todos los medios modernos, seguros y fiables de seguridad y comunicación.

El Ejército del Aire Francés es el organismo encargado de operar los aviones presidenciales, al mismo tiempo que gestiona la seguridad y logística de sus viajes. El Ministerio de Defensa de Francia tiene asignados dos escuadrones que administran la operación y mantenimiento de las aeronaves a disposición de la presidencia de la república de Francia.

Aviones presidenciales de Francia

México

El moderno avión presidencial de México se ha vuelto famoso no por su equipamiento especial y su interior verdaderamente lujoso, sino por el escándalo político que ha provocado. De hecho, este Boeing 787 Dreamliner con un valor de 130 millones de dólares, ha propiciado que el presidente actual, Andrés Manuel López Obrador, se haya empeñado deshacerse de lo que considera una ostentación innecesaria.

El presidente prometió en las últimas elecciones que si era elegido vendería el avión y devolvería las ganancias al pueblo para terminar con la corrupción y erradicar la desigualdad.

Desde que ganó con una aplastante victoria la cita electoral de 2018, ha intentado vender, rifar o utilizar el avión como un modo de recaudar fondos para causas sociales. No obstante, su intento fracasó al toparse con la realidad: el mercado de aviones personalizados de segunda mano es pequeño y el mantenimiento de un Boeing Dreamliner podría llevar a la ruina a un ciudadano común.

Después de muchos intentos y recursos dedicados a intentar deshacerse de este avión, permanece estacionado en su hangar en México, a la espera de un comprador adecuado.

Aviones Presidenciales de México

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