Hoy 19 de octubre, celebramos el comienzo de un nuevo curso de ATPL integrado en EAS BARCELONA.
A pesar de los tiempos difíciles debido a la crisis de salud del COVID, más de 20 estudiantes multiculturales, que provienen de 12 países diferentes han confiado en EAS BARCELONA para su formación como pilotos profesionales.
El pasado 19 de octubre, una nueva promoción de alumnos ATPL inició su andadura por el camino de convertirse en pilotos profesionales de avión. Una veintena de chicos y chicas provenientes de una docena de países distintos de dentro y fuera de la Unión Europea, aspiran a ejercer su labor profesional en “el despacho con mejores vistas del mundo”.
Una meta que conseguirán dentro de 18 meses gracias a su esfuerzo personal y a los altísimos estándares de calidad que proporciona EAS Barcelona. Unas “alas” que les llevarán a ejercer su profesión en cualquier rincón del globo.
Un importante factor netamente beneficioso para el resultado final de la instrucción, y que a menudo no es tenido en cuenta, aunque no debiera pasarnos por alto es la variada procedencia de los alumnos de EAS Barcelona. Esta multiculturalidad es que uno de los rasgos que definen y caracterizan a la escuela de referencia en la formación aeronáutica en España como una escuela netamente internacional.
No en balde, desde su fundación por EAS Barcelona han pasado alumnos de casi sesenta países distintos, algunos tan distantes como Mauritius o Isla de la Reunión, en el océano Indico, o tan al norte como Islandia, Finlandia o Rusia. El propio staff académico de EAS Barcelona reúne personal procedente de más de media docena de nacionalidades distintas.
Muchos de nuestros alumnos proceden de Oriente Medio o del norte de Europa, desde regiones no tan agraciadas climatológicamente como las tierras del sur, de clima suave, bañadas por el mar Mediterráneo. Barcelona es, por otra parte, una ciudad cosmopolita por excelencia donde conviven en perfecta sintonía gentes de etnias y orígenes absolutamente diversos. El entorno perfecto para obtener una formación óptima como piloto, a la vez que se cultiva el propio crecimiento personal como individuo.
Tanta diversidad proporciona a los alumnos un importante valor añadido a su formación como nuevos pilotos profesionales, al permitirles entrar en contacto con realidades, culturas, y modos de ver el mundo muy diversos. A ello contribuye el uso continuado tanto dentro del aula como fuera del inglés como lengua vehicular. El inglés formará parte en su futura vida profesional de la cotidianidad diaria de un piloto de línea aérea, y en EAS Barcelona los alumnos tienen la oportunidad de implementar su uso de modo casi tan natural como realizando una estancia en cualquier país anglosajón.
Aunque no incluidos formalmente en el programa de estudios, los beneficios colaterales obtenidos de la interacción cultural que propicia la estancia en EAS Barcelona durante el proceso docente resultan extremadamente evidentes. Los alumnos de EAS Barcelona se favorecen con esta suerte de “Erasmus” inesperado en múltiples aspectos de su formación como seres humanos, a la vez que amplían su nivel de cultura general y lo que coloquialmente llamamos “mundología”. Todo ello en un momento especialmente delicado de sus vidas, donde estas aportaciones resultan más importantes.
Si viajar enriquece y el transporte aéreo es pieza fundamental en la capacidad de desplazamiento del ser humano, la formación en EAS aúna ambos criterios en el seno de sus aulas, entorno al eje vertebrador de su formación como futuros pilotos profesionales de línea aérea. Una profesión que se caracteriza precisamente por su globalidad e internacionalidad.