Monitorizar es una de las tareas más desconocidas de un piloto. Más allá del control de la nave, el piloto también es el encargado de supervisar que todo funcione correctamente con el objetivo de prevenir riesgos durante el vuelo.
Monitorizar es una palabra que abarca muchas de las competencias del piloto. Consiste en vigilar, observar, hacer el seguimiento y comprobación de todos los aspectos del vuelo, desde el motor y los aparatos de la cabina de pilotaje hasta la tripulación.
Para realizar esta tarea se requiere un amplio conocimiento del avión, habilidades de observación y mucha capacidad de atención.
Cómo monitorizar
Monitorizar requiere varias habilidades que un piloto debe tener varias habilidades como:
- Gestión de la atención: Esta habilidad consiste en ser capaz de focalizar la atención a un sitio durante un período determinado.
- Comprobación deliberada: Es la acción activa para buscar algo más que mirarlo. La diferencia entre la búsqueda y mirar implica una compresión básica de lo que se está comprobando.
- Cross-checking: El cross-checking consiste en confirmar la información a través de fuentes separadas para asegurar la objetividad en la confirmación.
Además de estos tres amplios, también encontramos habilidades más concretas que nos dirán si somos hábiles a la hora de monitorizar un vuelo. Algunas de las habilidades que muestran que un piloto tiene una buena capacidad de monitorización son:
- Ser capaz de seguir los procedimientos operativos estándar de manera coherente.
- Ser capaz de permanecer vigilante.
- Estar siempre en busca de más indicios. En este caso, la habilidad que se busca es la de ser capaz de darse cuenta cuándo los datos que nos dan los sistemas de vuelo no concuerdan.
- Intervenir si las acciones de la aeronave no coinciden con las acciones esperadas.
- Comparar constantemente la información de los ajustes de potencia e inclinación con el rendimiento de la trayectoria de vuelo.
- Ser capaz de asignar prioridad a los segmentos de vuelo que son más vulnerables a errores de revisión.
Qué monitorizar
Además de saber cómo monitorizar, es importante saber qué debe monitorizar un piloto. Esta tarea debe ser transversal y aplicarse a varias partes y tareas del avión. Un piloto, por ejemplo, podrá monitorizar:
- Trayectoria de vuelo: Uno de los factores a monitorizar por parte del piloto es el seguimiento de la trayectoria y el estado de la aeronave: estado energético, ajustes de potencia y sistemas automatizados.
- Sistemas: En este caso se trata de observar y hacer el seguimiento de los sistemas de la nave como, por ejemplo, la presurización, el sistema hidráulico, etc…
- Tripulación: Otro de los factores que debe tener en cuenta un piloto profesional, es la supervisión de las acciones y la condición del copiloto y de la situación de la tripulación.
Al ser un término muy amplio, no es una tarea que se realiza, sino que es un acto de trabajo constante y debe realizarse de manera simultánea con otras tareas cómo la comunicación con el CTA o pilotar la aeronave.
Buenas prácticas
Una buena monitorización se basa en una gestión de tareas eficaz. La programación de tareas y el reparto de estas es primordial para centrar esfuerzos y ser eficiente. Además, hay otras prácticas que promueven un buen desempeño de monitorización, cómo se dice en el manual Monitoring Matters cómo:
- Conocimiento: La familiarización con el funcionamiento del equipamiento electrónico, con la disposición de los elementos, las respuestas del sistema y las maniobras facilita la tarea. Para poder juzgar el funcionamiento correcto de una aeronave debes conocerla.
- Habilidades: Las habilidades de juzgar y de control son vitales para llevar a cabo la tarea. En las habilidades de control entran varios factores cómo la capacidad de reconocer y responder cualquier desviación, la capacidad de alertar sobre cambios, reconocer y asesorar condiciones anormales, entre muchas otras.
- Experiencia: Igual que con el conocimiento, la experiencia también lo hace más fácil. Cuando más familiarizado estas con los procedimientos y sistemas operativos, más fáciles es reconocer patrones anormales. Además del conocimiento adquirido de la experiencia, esta también aporta poder realizar tareas operacionales, requiriendo una menor concentración, que se puede dedicar a la monitorización.
- Actitud: Un buen piloto siempre es un poco escéptico de los sistemas y, por ejemplo, realizará un cross-check al funcionamiento del piloto automático. La clave de una buena monitorización es el criterio.
- Comunicación: Aparte de saber detectar problemas, un buen piloto también de saber comunicarlos. La monitorización no sirve de nada si no existe una comunicación eficiente entre pilotos y tripulación.
Como puedes ver, ser un buen piloto va mucho más allá de las habilidades de pilotaje de un avión. Para ser un profesional se debe tener un conocimiento profundo de la nave y sus sistemas. En EAS te formamos para que seas capaz de realizar una gestión integral de un vuelo y te conviertas en auténtico piloto de avión.