De la substancia que permite a nuestro avión elevarse en el cielo, a menudo sólo tenemos claro el costo económico que representa. Ya lo dice el dicho: “No es la sustentación la que mantiene la aeronave en vuelo, sino la cartera.”
En esta ocasión veremos que más allá de su precio, del combustible conviene conocer otros aspectos que nos permitirán un vuelo más seguro, más ecológico y, porqué no, más económico.