Todas aquellas personas que quieran ser comandantes de vuelo, deben saber que tienen un camino largo por delante, no solo es obtener una licencia de piloto y haber conquistado el sueño . Muchos se preguntan: Ya soy piloto, ¿Y ahora cómo puedo llegar a ser comandante de vuelo? Una vez obtienes la licencia de piloto comercial (CPL), los pilotos necesitan seguir formándose para poder obtener otras licencias y, finalmente llegar a ser comandante de vuelo. Todos estas formaciones que deben realizar y los trámites necesarios, te los explicamos en este blog.
Llegar al final de la formación; obtener una licencia de piloto, haber conquistado el sueño, no es en absoluto el final de una historia sino el comienzo de una mucho más apasionante: Entrar a formar parte del mundo de la aviación comercial.
La profesión de piloto, como en todas aquellas en las que la alta tecnología juega un papel importante, está en continuo progreso. Los nuevos sistemas o procedimientos que se incorporan a la rutina diaria y el mantenimiento de la necesaria pericia en vuelo, implica la realización de cursos o entrenamientos periódicos, tanto por parte del operador como de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, para así poder mantener al día las aptitudes de los pilotos.
Los entrenamientos periódicos constituyen un proceso que los pilotos compaginan con la actividad de vuelo, y que se realiza de modo obligatorio cada seis meses. Son los denominados “cursos de refresco” que contienen entrenamiento en simulador y un examen final que confirma la aptitud de los pilotos para poder seguir ejerciendo. En estos “refrescos” se pone especial énfasis en los procedimientos de emergencia que, por la extrema rareza en las ocasiones en que se hacen necesarios y por la seguridad que representa llevarlos a cabo en simulador, son revisados a fondo en estas sesiones.
Certificados que se deben tener en vigor
Paralelamente a la licencia de vuelo, y tal y como sucedió a lo largo de la formación, se debe tener un certificado médico en vigor –en el caso de los pilotos comerciales de Clase I- que se realiza anualmente, y un certificado de competencia lingüística en inglés. Dependiendo de la nota alcanzada en el examen –el mínimo para aprobar es el nivel 4- deberás renovarlo cada cuatro años o no tener que renovarlo nunca, si alcanzas nivel 6, es decir “nativo».
Pero para poder llegar a volar como piloto en un avión comercial, no se requiere sólo tener una licencia para volar, sino que deberás obtener lo que se conoce como Habilitación de Tipo de Aeronave (Type Rating).
Entonces, si eres piloto, ¿ya puedes llevar cualquier avión?
No. Al finalizar tu formación como piloto habrás obtenido una licencia de piloto comercial (CPL) que es la que te habilita legalmente para ejercer de manera profesional; una habilitación multimotor (ME), una habilitación para volar bajo procedimientos instrumentales (IR), un curso teórico ATPL “frozen” (luego explicaremos en que consiste), un MCC (curso de coordinación de cabina múltiple) que te ha capacitado para volar en un avión certificado para dos pilotos y te habilita para el trabajo en equipo que se realiza en la cabina de cualquier avión comercial o de carga, pero no estás en condiciones de volar cualquiera de los numerosos modelos de avión que existen en el mercado. Para eso deberás obtener la “habilitación” de tipo de aeronave”. Esto es, realizar el curso para un modelo o concreto.
La realización del curso de Habilitación de Tipo (o Type Rating) es un paso que se debe dar solo en el momento de ser elegido por una compañía aérea y no antes, ya que antes de tener un contrato sobre la mesa, difícilmente sabremos por qué habilitación optar. El curso de H.T. consta de una parte teórica, donde los pilotos aprenden todos los sistemas y procedimientos específicos para cada tipo de avión, y de una parte práctica compuesta de ocho a diez sesiones en un simulador “Full Motion”, donde se practican los procedimientos standard y las operaciones normales y las operaciones de emergencia. La formación se completa con lo que se llama el “Base training”. La operación con el avión real en maniobras de aproximación, toma y despegue. Finalmente, el alumno es sometido a una evaluación antes de insertar en su licencia la correspondiente habilitación de Tipo y comience a ser programado en la línea, inicialmente bajo supervisión.
A lo largo de su vida profesional…
Un piloto obtiene habilitación para volar diversos modelos de avión, ya sea por interés propio o de la compañía en la cual está contratado. Ello permite una mayor versatilidad a la hora de poder elegir las aerolíneas o los destinos en los que quieren operar.
Eso sí, el coste de una habilitación para un tipo específico de avión, como el A320 de Airbus (válida para los modelos A319, A320, y A321) puede costar entre 25.000 y 30.000 euros. Una inversión que puede realizar el piloto por su cuenta o, a menudo y dependiendo de la situación del mercado, es la aerolínea la que costea el importe del todo o en parte, a cambio de que el piloto se quede trabajando un tiempo determinado en la compañía.
A punto para ser comandante
Existen dos tipos de convocatorias de selección de pilotos: Alta y baja experiencia. Los alumnos recién titulados, por lógica, inicialmente solo podrán optar a las convocatorias de baja experiencia generalmente destinadas a cubrir plazas de copiloto, quedando las de alta reservadas a pilotos con un determinado número de horas totales y en el tipo de aeronave que se solicita y que cumplen todos los requisitos para volar como comandantes.
Ciñéndonos al piloto novel, y una vez que es contratado por una compañía, la formación sigue durante los primeros vuelos como copiloto bajo supervisión. Esta fase dura entre 100 y 120 horas de vuelo. Una vez superada, ya está listo para volar como First Officer (copiloto) sin ningún tipo de restricción.
Pero… ¿y para ser comandante?
Para poder asumir el tremendo compromiso que conlleva ser el responsable final de la aeronave durante el vuelo, y de las personas que lleva a bordo, es preciso haber acumulado un mínimo de 1.500 horas de vuelo, y superar el curso para comandantes que imparten las compañías a sus pilotos cuando alcanzan ese grado de experiencia. En ese momento la parte de licencia que al principio estaba congelada –ese es el ATPL “frozen” a que aludíamos un poco más arriba- se activa, y se pasa de tener una licencia de piloto comercial con las habilitaciones IR y ME a tener el título de Piloto de Transporte de Línea Aérea (ATPL) completo. Una vez llegado a este punto, ¡ya puedes ejercer oficialmente como comandante de la aeronave!